Bruxismo en niños

El bruxismo es una dolencia dental que mayoritariamente está presente en los adultos, pero que de forma puntual también se puede detectar en niños. Si no sabes en qué consiste, qué características tiene y qué puedes hacer para evitarlo, aquí te damos las claves para vencer el bruxismo en niños. Recuerda que en la Clínica Dental Dr. Sánchez González nos encargamos de la salud bucodental de toda la familia. Te esperamos en cualquiera de nuestros dos centros, situados en Villaviciosa de Odón y Fuenlabrada.

¿Qué es el bruxismo?

El bruxismo es una dolencia que consiste en apretar la parte superior e inferior de la mandíbula. La persona que lo padece suele realizar este acto (incluso rechinar los dientes) de forma inconsciente y se suele producir durante el sueño (durante la noche). Sus efectos, a corto y medio plazo son devastadores para la dentadura, ya que provoca un desgaste en los dientes y un dolor en la mandíbula del que el paciente no sabe su procedencia. Es recomendable acudir a una clínica dental cuando se notan los primeros síntomas.

¿Por qué se produce el bruxismo en niños?

No existe una causa única o concreta para determinar el bruxismo en niños, pero si que se ha detectado que esta dolencia suele aparecer en niños y niñas de entre 6 y 10 años, cuando se les están cayendo los dientes de leche y saliendo los definitivos. Este hábito no se suele prolongar mucho en el tiempo, pero puede provocar dolencias que les afecten a la mordida durante toda su vida, de ahí la importancia de su tratamiento precoz.

Las causas más habituales suelen ser el nerviosismo, el estrés o la hiperactividad de los pequeños, por una carga excesiva de deberes o causas familiares que les estén provocando unos niveles altos de estrés.

¿Qué hacer para combatir el bruxismo en niños?

El tratamiento que se aplica en niños es exactamente el mismo que en adultos, que consiste en la fabricación de una férula a medida. Esta férula (una especie de funda que se suele colocar en los dientes de la mandíbula superior) amortigua la presión que se ejerce entre los dientes, disminuyendo por completo los efectos secundarios de esta acción. De todas formas, también es recomendable intentar relajar al máximo al niño o a la niña antes de acostarse, con una ducha caliente, una cena ligera o incluso velas aromáticas en el dormitorio. Cualquier acto que relaje a la persona disminuirá las acciones involuntarias durante la noche.